Washington, 31 ene (PL) Funcionarios federales estadounidenses comenzaron a alimentar, a través de tubos nasales, a seis inmigrantes que están en huelga de hambre desde hace un mes en un centro de detención de Texas, reveló hoy la televisora NBC.
La fuente precisó que 11 personas mantienen la protesta en el Centro de Procesamiento de El Paso por los abusos verbales y las amenazas de deportación de los guardias.
La portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Leticia Zamarripa, admitió ayer que otras cuatro personas también se negaron a ingerir alimentos en instalaciones ubicadas en Miami, Phoenix, San Diego y San Francisco.
Zamarrija explicó que un juez federal autorizó la alimentación forzada de algunos detenidos de El Paso.
«No están bien, sus cuerpos están muy débiles, no pueden hablar y han sido hospitalizados», explicó a NBC Amrit Singh, un ciudadano oriundo del estado indio de Punjab, al explicar la situación de dos de sus sobrinos.
Los servicios de inmigración de Estados Unidos están bajo fuego tras la reciente muerte de dos niños mientras estaban bajo su custodia.
A principios de este mes la misma televisora reveló que al menos 22 personas fallecieron en centros de reclusión del sistema migratorio desde el inicio del mandato del presidente Donald Trump, en enero de 2017.
El canal noticioso destacó que la cifra está basada en numerosos reportes oficiales, los cuales, señaló, muestran un sector plagado de problemas y fallas.
Sin embargo, aclaró, el número no incluye los recientes fallecimientos de dos niños guatemaltecos de siete y ocho años, retenidos por el ICE.
Tampoco se contabilizó el deceso en marzo del pasado año de Mariee Juárez, de 20 meses, unos 60 días después de ser liberada. Su madre ahora demanda al gobierno.
Algunas de las víctimas eran residentes legales de larga data, otros llegaron como refugiados o estudiantes, y la mitad de ellos tenían menos de 45 años.
NBC News reveló que en 2018 el Departamento de Seguridad Nacional criticó en tres informes el maltrato y las irregularidades en las instalaciones del ICE.
Si bien los problemas son anteriores a la actual administración, esta amplió la discrecionalidad de las autoridades para detener a inmigrantes, apunta.